Esa sensación de ir en busca
algo y luego preguntarnos ¿a qué venía? la hemos experimentado todos. Te contamos la razón:
Jul 19, 2018- 19:02
Seguramente en más de una ocasión estas buscando algo o debes ir a hacer algo en específico y cuando llegas te preguntas ¿a qué venía? o ¿qué iba hacer?, la pregunta queda flotando en el aire varios segundos hasta que de pronto recuerdas qué necesitas hacer… o en otros casos es necesario volver al punto de inicio para saber a qué te dirigías. Esto es algo que ocurre muy a menudo y se se trata del efecto umbral. Te contamos de que se trata:
De acuerdo con expertos, estas
“microdesconexiones” de la memoria no tienen nada de malo y sirven para
explicarnos cómo organiza nuestro cerebro los recuerdos, prioridades y
objetivos.
Estudios
de psicología y de las ciencias del comportamiento han encontrado el verdadero
culpable de que esto suceda: las puertas.
¿En
qué consiste? … según explica Radvansky, uno de los investigadores de
la Universidad de Notre Dame, nuestra memoria funciona de distintas formas y lo
más conocido es la distinción entre memoria a corto y a largo plazo.
En este sentido, el efecto umbral
afecta la memoria corta, pues lo que ocurre es una optimización de la
información para que la tengamos a la mano. De alguna manera la información que
vamos captando en cierto tiempo y en ciertos entornos adquiere una jerarquía,
entonces, para mantener ese nivel de optimización, el cerebro prepara la
memoria para estar listo y recibir nueva información.
Por lo que, el cruzar una puerta, o
cualquier cambio de entorno, hace que esa información sea desechada y ya no
representa una prioridad en el nuevo entorno en el que nos encontramos.
“Caminar por
una puerta es un buen momento para purgar los eventos modelo porque lo que
fuera que pasara en la habitación anterior probablemente será menos relevante
ahora que cambiaste de lugar. ¿Esta cosa en la caja? Ah, eso es de lo que
estaba haciendo antes de llegar aquí, así que podemos olvidarnos de ello. Otros
cambios pueden inducir esta purga: un amigo toca la puerta, acabas la tarea que
estabas realizando o la batería de tu computadora se acaba y necesitas conectar
el cargador”, detalla el estudio.
Los
científicos agregan que, no hay forma de contrarrestar esta reacción, puesto
que no siempre depende de cuánta atención pongamos o si estamos concentrados,
sino más bien nuestra memoria funciona formando asociaciones y es por ello que
la mitad de las veces que esto te ocurre necesitas volver a la habitación de
origen o al pensamiento que te llevó a otra habitación, para recordar aquello
que querías hacer.
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